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1654.

Embarcações necessarias.

Mantimentos necessarios.

Bens moveis e escravos.

Soldados feridos, etc.

Soldados não serão molestados.

Os que se renderão

e aprisiona:ão.

Perdão a todos

os soldados,

mulatos e negros.

companhia; com as quaes lhe sarão necessarias para defensa dos navios, que forem em sua companhia; com as quaes lhe darão suas carretas e munições necessarias; o mais trem se entregará á ordem do senhor mestre-de-campo-general.

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21. Que o senhor mestre-de-campo-general lhe concede as embarcações necessarias, para a dita viagem, na conformidade acima referida.

22. Que o senhor mestre-de-campo-general lhe concede os mantimentos, na conformidade que estão concedidos no capitulo XIII acima, e dado caso que não bastem os ditos mantimentos, o senhor mestre-de-campo-general promette de lhe dar os de que necessitarem os soldados.

23. Que o senhor mestre-de-campo-general concede ao senhor Sigismundo Van Schoppe, que possa possuir, alienar e embarcar quaesquer bens moveis, e de raiz, que tem no Arrecife, e os escravos que tiver comsigo, sendo seus. E que o mesmo favor concede aos officiaes de guerra, e que possão morar nas casas em que vivem até á hora da partida.

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24. O senhor mestre-de-campo-general concede aos soldados doentes, e feridos, que se possão curar no hospital em que estão, até que tenhão saude para se poderem embarcar.

25.—Que em quanto estiverem os soldados do senhor general Sigismundo Van Schoppe em terra, não serão molestados, nem offendidos de pessoa alguma portugueza. E em caso que o sejão, ou lhes fação alguma molestia, se dará logo parte ao senhor mestre-de-campo-general para castigar a quem lha fizer.

26. No tocante a irem juntos com os soldados, que hoje estão no Arrecife, os que se renderão e aprisionárão antes d'este accordo, não concede o senhor mest re-de-campo-general; porque tem dado já cumprimento ao que com elles capitulou sobre sua entrega.

27. O senhor mestre-de-campo-general concede perdão a todos os soldados; especialmente a Antonio Mendes, e mais Judeus assistentes no Arrecife, e terras junto á elle. E da mesma maneira aos mulatos e negros e mamalucos; mas que lhes não concede a honra de irem com armas.

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28. Que tanto que forem assignadas as ditas capitulações, se entregarão á ordem do senhor mestre-de-campo-general as praças do Arrecife e Cidade Mauricéa, e todos os mais fortes redutos, que estão ao redor das ditas praças, com sua artilheria, trem e munições. E que o senhor mestre-de-campo-general se obriga a dar guarda necessaria, para que no alojamento das ditas praças esteja com segurença a pessoa do senhor general Sigismundo Van Schoppe, e mais officiaes, e ministros durante o tempo concedido.

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29. E sobre todos estes capitulos, e condições acima contratados, se obrigão os senhores do supremo conselho, residente no Arrecife, a entregar tambem logo, á ordem do senhor mestrede-campo-general, as praças da ilha de Fernão de Noronha, Ceará, Rio-Grande, Paraiba, ilha de Itamaracá, com todas as suas forças e artilheria, que tem, e tinhão até á chegada da armada portugueza, que de presente está sobre o Arrecife e Cidade Mauricéa, mas que o senhor mestre-de-campo-general sea obrigado a mandar ao Ceará huma nao, sufficiente para se embarcar nella a gente, assim moradores, como soldados, vassallos dos ditos senhores Estados, Geraes, com os referidos bens : a qual não levará mantimentos para sustento de viagem das ditas pessoas que se embarcarem do Ceará. E que todos os navios e embarcações que estiverem naquelles portos do RioGrande, Paraiba e ilha de Itamaracá, capazes de poderem passar a linha lhos concede o senhor mestre-de-campo-general, para sua viagem, e trespasso de seus bens; mas que não leverão artilheria de bronze, mais que a de ferro, necessaria para sua defensa. Feita nesta campanha do Taborda, a 26 de janeiro de 1654, segunda feira, pelas onze horas da noite.

Francisco Baretta de Menézes; André Vidal de
Negreiros; Affonso de Albuquerque; o capitão se-
cretario Manoel Gonçalves Correa; o ouvidor e au-
ditor Francisco Alvaréa Moreira; Sigismundo Van
Schoppe; Gisberto Vuit; o tenente general Van der
Val; o capitão Valoo.

1654.

Se entregarão fortes, redutos artilheria, trem, etc.

Navios concedidos para viagem

e trespasso dos bens.

PRIMER PERÍODO.

PORTUGAL Y LOS PAÍSES BAJOS.

TRATADO DE PAZ

FIRMADO EN LA HAYA,

ENTRE EL PORTUGAL Y LOS ESTADOS GENERALES DE LAS PROVINCIAS UNIDAS
DE LOS PAÍSES BAJOS.

1661.

Durante la guerra con la España, los Holandeses habian atacado las posesiones de esta corona en las Indias, que habian pasado bajo su dominacion con el Portugal. Habíanse apoderado sucesivamente de las islas Molucas y de los principales establecimientos portugueses en Asia, África y América (1). En 1641, y poco despues de la insurreccion del Portugal contra la España, los Holandeses concluyeron con los Portugueses una tregua de diez años, siendo una de sus principales condiciones que ambas naciones se ayudasen mutuamente contra los Españoles con un auxilio de veinte buques de guerra (2). Vióse en

(1) Véanse las notas que acompañan el tratado de tregua de 1641 y la capitulacion de 1634.

(2) DU MONT, Corps dipl, tom. V, pág. 215.

tónces un fenómeno político : viviendo en paz los Holandeses con los Portugueses, y aun prestándose auxilios en Europa, mientras que continuaron haciéndoles la guerra en las Indias y despojándoles de sus colonias.

Por su parte, los Portugueses volvieron á tomar á los Holandeses, en 1645, una gran porcion del Brasil, expulsándoles enteramente de este país en 1654. Angola, y la isla de SantoTomas en la costa de África, tambien cayeron de nuevo, en 1648, en poder de los Portugueses. Los Holandeses se apoderaron en 1650 del cabo de Buena Esperanza, y en 1656 quitaron á los Portugueses la ciudad de Colombo, capital de sus posesiones en la isla de Ceylan.

Fueron infructuosas las tentativas que de vez en cuando se hicieron para conciliar las desavenencias de esas dos naciones, porque habiendo los Portugueses logrado arrojar del Brasil á los Holandeses, esperaban expulsarlos tambien de las Indias, y no podian resolverse á renunciar en su favor las conquistas que habian hecho esos republicanos. En fin, no pudiendo ya durar por mas tiempo este estado de cosas facticio, declaráronse ambos pueblos la guerra en 1657. Los Holandeses tomaron á los Portugueses, por medio de la conquista en 1658, la isla de Manara, célebre por la pesca de perlas, Jafanapatnam en la isla de Ceylan y Negapatnam en la costa de Coromandel.

En fin, atacados vivamente los Portugueses por los Españoles en 1661, aceptaron la mediacion de la Inglaterra, y se concluyó en La Haya, el 6 de agosto de 1661, este tratado de paz entre ambas naciones, no obstante la oposicion de las provincias de Gueldre y de Zelanda, por demas interesadas en la compañía de las Indias occidentales. Prometió el rey de Portugal, por este tratado, pagar por el Brasil una suma de tres millones de florines, ó su valor en tabaco, sal y otras mercancías. Los súbditos de los Estados generales conservaron el derecho de hacer el comercio del Brasil, con toda especie de mercancías, exceptuado el palo de tinte (1). Estipulóse que las hostilidades cesarian en

(1) DU MONT, tom. VI, part. II, pág. 466.

1661.

1661.

Europa, dos meses despues de firmada la paz, y en las demas partes del mundo, cuando se publicase; que esta publicacion se haria tres meses despues de la ratificacion, y que cuanto hubiese pertenecido hasta entónces á una y otra parte, quedase en poder del que se encontrase poseyéndolo; pero que todo lo que se hubiese conquistado en Europa, dos meses despues de firmada la paz, y lo que lo hubiese sido en las demas partes del mundo despues de su publicacion, sería devuelto recíprocamente.

El canje de las ratificaciones no se hizo hasta el 14 de diciembre de 1672, por diversos inconvenientes. Los Holandeses aprovecharon ese intervalo para hacer nuevas conquistas en los territorios portugueses, y les tomaron, en 1661, á Coulan; en 1662, á Cranganor; y en 1663, á Cananor y Cochin en la costa de Malabá.

Al arribo de las noticias de esta conquista á Europa, se suscitó una discusion sobre su legitimidad. Los Portugueses exigian la restitucion de todos los puntos que los Holandeses habian ocupado despues del 25 de octubre de 1662. Pretendian que se habia presentado en La Haya, desde el 25 de julio de 1662, la ratificacion, habiéndose retardado el canje por los Holandeses, y que por consiguiente debia comenzar el término de los tres meses estipulados para la publicacion desde el dia de esa presentacion. Los Holandeses sostenian, por el contrario, que ese término no debia tener lugar sino desde el mismo dia del canje, que se efectuó el 14 de diciembre de 1662. Querian, pues, conservar todas las conquistas hechas hasta el 14 de marzo de 1663, y principalmente á Cochin y Cananor. Habiendo rehusado constantemente la restitucion de esas posesiones, la negociacion se difirió, y la conciliacion definitiva entre ambas naciones no tuvo lugar hasta 1669.

Firmóse en fin, en La Haya, el 31 de julio de este año, un nuevo tratado que confirmó y modificó el de 1661 (1). Los Ho

(1) DU MONT, Corps dipl., tom. VII. p. 114. SCHMANSS, C. j. g. ac., pág. 935.

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