La Pluma, Volume 6,Numéros 32 à 37

Couverture
1923

À l'intérieur du livre

Autres éditions - Tout afficher

Expressions et termes fréquents

Fréquemment cités

Page 230 - ... tejido, a que llaman sandalias; usan poco el vino, y con agua sola, de que se acompañan, guardada en vasos rústicos, y algunos panes ásperos que se llevan, siempre pasados del cordel con que se ciñen, caminan y se mantienen los muchos' días que gastan sin acudir a los pueblos.
Page 33 - ... la pugna entre el individualismo europeo, yuxtapuesto artificialmente sobre los hábitos de la raza vencida, y el gran comunismo autóctono que encontró Cortés, que la Iglesia amparó en cierto modo, como único medio de salvar a las poblaciones indígenas, y que las Leyes de Indias respetaron teóricamente, hasta donde era compatible con la necesidad de repartir premios y riquezas a los conquistadores.
Page 371 - Mi mayor deseo fue el de saludaros, y el señor Arlequín no anduviera tan discreto en complacerme a no fiar tanto de mi amistad, que, sin ella, fuera ponerme a riesgo de amaros sólo con haberme puesto en ocasión de veros. COLOMBINA El señor Arlequín fiaba tanto en el amor que le tengo como en la amistad que le tenéis. No pongáis todo el mérito de vuestra parte, que es tan necia presunción perdonar la vida a los hombres como el corazón a las mujeres.
Page 228 - Llaman comúnmente andar en trabajo aquel espacio de tiempo que gastan en este modo de vivir, como en señal de que le conocen por desconcierto: no es acción entre ellos reputada por afrentosa, antes al ofendido ayudan siempre sus deudos y amigos.
Page 229 - Habitan los quejosos por los boscajes y espesuras, y entre sus cuadrillas hay uno que gobierna, a quien obedecen los demás. Ya de este pernicioso mando han salido para mejores empleos Roque Guinart, Pedraza y algunos famosos capitanes de bandoleros, y últimamente don Pedro de Santa Cilia y Paz, caballero de nación mallorquín, hombre cuya vida hicieron notable en Europa las muertes de trescientas y veinticinco personas, que por sus manos o industria hizo morir violentamente, caminando veinte y...
Page 229 - Es el hábito común acomodado a su ejercicio: acompáñanse siempre de arcabuces cortos, llamados pedreñales, colgados de una ancha faja de cuero, que dicen charpa, atravesada desde el hombro al lado opuesto. Los más desprecian las espadas como cosa embarazosa a sus caminos; tampoco se acomodan a sombreros, mas en su lugar usan bonetes de estambre listados de diferentes colores, cosa que algunas veces traen como para señal, diferenciándose unos de otros por las listas; visten larguísimas capas...
Page 229 - Todavía se conservan en Cataluña aquellas diferentes voces, bien que espantosamente unidas y conformes en el fin de su defensa: cosa asaz digna de notar, que siendo ellos entre sí tan varios en las opiniones y sentimiento, se hayan ajustado de tal suerte en un propósito, que jamás esta diversidad y antigua contienda les...
Page 376 - Fierté, raison et richesse, il faudra que tout se rende. Quand l'amour parle, il est le maître; et il parlera. Adieu, je vous quitte; j'entends quelqu'un, c'est peut-être Monsieur Remy; nous voilà embarqués, poursuivons. (Il fait quelques pas, et revient.) A propos, tâchez que Marton prenne un peu de goût pour vous.
Page 34 - India, esta gran mestiza de arios blancos y dravidios oscuros. Hay muchos que aman a América en su bienestar y en su sonrisa. Valle-Inclán resiste la prueba de la verdadera simpatía americana: a él lo que de América le enamora es aquella vitalidad patética, aquella cólera, aquella combatividad, aquella inmensa afirmación de dolor, aquel hombrearse con la muerte.* La Pluma, Madrid, enero de 1923.
Page 120 - La misma desigualdad de su estilo crítico, generalmente en tono a veces expresivo y jugoso pero también a veces pobre y desaliñado, acusa una labor hecha sin la preparación reposada que da unidad a la contextura de las ideas y de las formas. Pero no basta la prisa periodística para explicar este aspecto de la obra crítica de Ayala. Hay también en su aparente desorden una actitud intelectual y un modo de ser. Ayala observa las cosas más que las siente, y las ve más con los ojos del intelecto...

Informations bibliographiques